A solicitud de Aissò, que le ha enviado a su hermano a Córdoba, el emir envía a Ifranja (Marca Hispánica) un ejército al mando de Ubayd Allah ibn Abd Allah al-Balansi (llamado Abu Marwan), hijo de Abd Allah el Valenciano, que llega a Zaragoza (may) y ataca Barcelona durante 60 días sin éxito y luego sitia Girona (10 oct), también sin éxito, defendidas por el conde Bernat I y su hermano el conde Gaucelm: estos fracasos hacen que saquee toda la Catalunya cristiana y destruya Osona (antecesora de la actual Vic) y Manresa (Barcelona), dejando despobladas las tierras centrales (827-79), y regrese a Córdoba con los rebeldes aliados. Aunque Bernat I puede contenerlos, la amenaza obliga al emperador a enviar un ejército real en apoyo de Barcelona, que llega tarde, por lo que sus comandantes (Hugo de Tours y Matfredo de Orléans) serán juzgados por traición y desposeídos de sus condados en 828.